miércoles, 9 de mayo de 2012

Para dónde vas con ese dedo!!



Hoy, en mi rol de aprendiz de perversa y tratando de igualar a las principales, me tiré a un amigo. Bueno, amigo - amigo no es, nos conocimos hace una semana por medio de una red social y salimos un par de veces donde hubo besos y abrazos hasta que me propuso raptarme un día. Era obvio que me raptaría hacia un motel pero yo tal cual santa le pregunté a dónde “por ahí, por Grajales” me dijo, con lo que confirmé mi sospecha: me quería llevar a la cama (bueno yo quería lo mismo en realidad, si igual está mino y congeniamos ene en la vida).

Nos pusimos de acuerdo, nos juntamos almorzar y nos fuimos a comer el postre a un motel (nunca más a uno cerca del barrio universitario en plena hora de almuerzo). Llegamos y esperamos como en un privado que lo cerraba una cortina ahí viene el primer agarrón de teta, porque tengo que decirlo, mi amigo guapo y todo bien fome para los besos y esas demostraciones de amor en público. Luego yo comencé hacer lo mío, besos calentones en las orejas y llega la señora para llevarnos a la pieza.

Entramos y no alcancé a sacarme el abrigo y la cartera cuando este espécimen de hombre ya me tenía en la cama. Sí señora!! se lanzó con todo y me besó como nunca nadie ante lo había hecho. “Perfecto” decía entre mi... hasta que comenzamos con las cosas medias raras.

Se metió al baño después de que me dejo hirviendo con los besos y las toqueteadas aún con ropa y se demoró más que mina, por lo que se me bajaron las revoluciones y comencé a observar la pieza jaja. Luego cuando logro salir del baño, comenzó la acción, besos por acá y besos por allá, bastante apasionados y ricos hasta que me empezó a lamer cual perro. Tengo que confesar que ya subida mi temperatura al principio quedé como plop pero luego me gustó bastante el jueguito, seguimos con eso hasta que me empieza a despojar de mi ropa de a poco y con delicadeza, nunca dejó de besarme y de lamerme y me tenia full, hasta que de repente siento su mano en mi trasero y uno de sus gloriosos dedos ahí, sí justo ahí.

Fue como si me tiraran un balde agua fría, no quería que se sintiera mal pero como pude me zafé, me di vuelta, me subí arriba de él y salí olímpica de la jugada. Pero mi cabeza seguía pensando en por qué ese dedo ahí.......traté de que se enfocara en mis tetas, buenas tetas, pero nada! seguía obsesionado con mi trasero CSM! Bueno, seguí... o sea, ya estaba arriba del caballo y me faltaba por cabalgar. Seguimos pasándolo bien hasta que comenzó el sexo oral y yo preocupadísima de sólo eso y confieso estuvo como los dioses rico hasta que me fui con una sensación que nunca antes había sentido y con la duda en la mente por la situación anterior.

Le pregunte -“qué me hiciste”? y me respondió: -ah! te gusto te tocara ahí! -ustedes entenderán el AHÍ si donde mismo metió su dedo antes pero fue tan rico que ni reclamé, es más me quede calladita y disfrute la sensación.

Ahora después de de unas cuantas batallas arriba de la cama yo me propuse abocarme a su miembro duro no tan grande pero rico y me puse a mi especialidad, mientras tenia toda su virilidad sobre mi boca entrando y saliendo una y otra vez me tomo la mano y la guió hasta AHÍ ¡¡¡ SI hasta ahí pero no en mi trasero si no el suyoooooo justo ahí sentí que estaba con un espécimen raro por que la única que vez que me había acercado hacer eso mi ex me había dejado en claro que eso era malo y que él no era GAY. Después de eso seguí con el juego hasta que se vino y así y una y otra vez al final nos vinimos como cuatro veces cada uno. Ocupamos bien ocupadas las 4 horas de la promoción pero me vine todo el camino pensando en el dedo AHÍ y el por qué se había obsesionado con mi trasero y no con mis grandes pechos primer hombre que las deja de lado. O sea no es malo tengo que reconocer que lo pase bien pero nunca me había tocado uno así.

Autora: Perversa en entrenamiento

miércoles, 24 de agosto de 2011

Mi vuelta a las pistas!!!


 
 

No sé en qué momento de mi vida reconocí que soy una perversa, me encanta el sexo  ¡amo el sexo! He vivido momentos buenos, más o menos y decepcionantes, pero no me rindo, siempre en busca del buen amante, de ese que sabe, sin decirle nada,  como te gustan las cosas, como te gusta que te toquen, que te embistan, que no se asusta cuando le digo que me pegue palmadas o que me tire el pelo, que no se enoja porque lo muerdo, ese hombre de mente abierta que no te considera una maraca porque te gusta chuparlo con talento o porque no tienes complejos en la cama y lo gozai rico.

A mis 26 años si he aprendido algo: que
los complejos no sirven de nada en la cama. Soy una mujer rellena, tengo harto poto y mis pechugas ya no están como a los 18, pero como me dijo una vez un amigo con ventaja que tuve "en la cama somos todos iguales, usted sólo muestre su talento" de ahí que chao con acomplejarme y aprendí a pasarlo bien y me reinventé como mujer, asumí que soy caliente, que me gusta el sexo, que prendo con agua y que de vez en cuando tengo sexo casual.

Estuve retirada de las pistas su buen rato por amor, me enamoré de mi mejor amigo (weona) y me hice mierda el corazón,  caí en el juego de Ni Contigo pero Sin Ti, esperé, me la jugué, me convertí en su salvavidas personal, le escuché todos sus rollos con esta y con la otra, en fin, estuve más de lo que debí estar.

Cuatro años de amistad se fueron a la cresta y quedé con el corazón destrozado y con mi ego en el piso.

Así que mis amigas se pusieron en plan de rescate y hace unos días salimos, en un principio me sentía rara, mucha gente, el olor a cigarro, todo me molestaba, hasta que de lejos sentí que me miraban. Me hice la tonta. Un personaje que me vio media solita  me saco a bailar, después bailé con otro y así se fue prendiendo la noche, pero a mí me miraba él, hasta que llegó a mi lado y me dijo "hasta que te pillé solita" me agarró sin decir nada más y me llevó a un rincón. Bailamos salsa apretaditos, uff como se movía ese hombre!!! me calenté de una, a los cinco minutos ya tenía una porno en mi cabeza, lo miré a los ojos sin decir nada, él me sonreía y seguíamos bailando, luego vino el momento de decir lo mínimo de nosotros, las preguntas obvias y terminó la música, ahí fui yo la
que le propuse seguir, esto no se puede terminar aquí, él me dijo tienes razón yo sé dónde ir.

Tomamos un taxi y en 5 minutos estábamos fuera de un motel, entramos y en menos de 5 minutos estábamos tocándonos como enfermos, me tenía aprisionada contra la pared, sentía su paquete que me clavaba en mi entrepierna, me chupaba los senos suavecito, me tocaba delicadamente, pero calentón súper calentón, me respiraba al oído, me mordía el cuello. Yo a esas alturas estaba por estallar, me sentía hirviendo.

De un momento a otro estábamos desnudos, él haciéndome un sexo oral increíble, yo también hice lo mío porque me gusta hacerlo no tengo rollos con eso, lo escuchaba gemir y más me calentaba, tenía un pene rico, gruesecito, me miraba en el espejo que había en un costado y me decía a mí misma
“cómo nos podemos castrar tanto a veces, cómo podemos ser tan idiotas para cegarnos y dejar de ser nosotras, dejar de sentir esto que es tan rico”.  Me dejé bajar el ego de una manera estúpida, me hicieron sentir tan poco mujer.

Pero ahí estaba Yo, de nuevo en las pistas sintiéndome una diva sexual, llevando a un hombre al punto máximo de excitación, estábamos locos de placer, me monté y me movía suavecito, ondulante, él me decía cosas al oído, lo rico que lo sentía, cambiamos varias veces de posición, él sabía exactamente lo que tenía que hacer, fue una química espontánea, terminamos en un orgasmo exquisito y sugiriendo un nuevo encuentro porque según él... tenemos fiesta y diversión para rato...

http://twitter.com/#!/isa_meduza Amiga de #LasPerversas


miércoles, 3 de agosto de 2011

Preséntame una Amiga

 
Eran las 14:00, no almorcé ese día para poder reunirme con ella, a veces no almorzar no era tan mala idea cuando tenía que desarrollar una buena performance sexual, la primera imagen siempre es importante.
 
A las 14:45 pasaría a buscar a Cecilia, según su descripción ella era rubia, bajita, pelo liso, estaría en Moneda cerca del Santa Lucia, fuera de su oficina, la única señal que tenia para reconocerla es que andaría con un traje azul y un bolso deportivo para “ir al Gimnasio”, según Andrea ella seria de todo mi gusto, por su físico y personalidad que calzaban con lo que necesitaba, el plan, organizado por Andrea era simple y sin presiones, recogía a Cecilia en una esquina, hablábamos en el auto un par de cuadras (que en el centro pueden ser 15 minutos), y si ambos nos entusiasmábamos, íbamos a un motel, para dejarla a las 18:00 en el punto de inicio con la satisfacción de jugar con lo desconocido.

Andrea era una amiga que conocí hace 15 años en los inicios de mis ciber-conquistas, inicialmente la vi como una posible víctima, pero la distancia y el tiempo nunca coincidieron para poder concretar algo y sin saber cómo, nos transformamos en amigos cómplices, podíamos hablar de todo, de política, de trabajo, de nuestras parejas y de nuestros amantes, incluso de nuestras fantasías mal cumplidas con gusto a decepción.
A las 14:45 en punto pasé a recoger a Cecilia, físicamente era una mujer atractiva,  de físico más que deseable para estos juegos, hablamos un par de minutos y me excito de sobremanera como me miraba, y como ella gozaba la ansiedad de escaparnos a una tarde de sexo.
 
Entramos al motel, ella bajó el bolso del gimnasio, entonces fantasié con alguna sorpresa que podría traerme, le pregunté: “dominadora o dominada?”… me dijo: ambas…, cruzando la puerta del motel la abracé firmemente apretándola contra mi cuerpo, sintiendo sus tetas en mi pecho y presionando una de mis piernas entre las de ella, le di un beso apasionado pero salvaje mordiendo su labio inferior con firmeza, entonces comenzamos a desnudarnos por primera vez, uno frente al otro hasta quedar en ropa interior, “acuéstate boca abajo” le dije, y ella obedeció de inmediato. Me desnudé totalmente y me arrodillé con las piernas abiertas sentándome sobre sus muslos… le dije: “ahora te quedarás quieta, hasta que no aguantes más…" recorrí su espalda desde el cuello hasta su cola, apenas tocándola con la llema de los dedos, era excitante ver como su piel se erizaba cuando pasaba mis manos y luego mi lengua por su espalda infinita. Ella sin voltearse se retorcía frotando sus piernas firmemente, entonces me puse de pie y dejé caer mi pene sobre su espalda y después sobre sus piernas mientras la masajeaba, a ratos ella intentaba mirar y yo le decía: “no seas tramposa".
 
Finalmente me puse detrás de ella, con las plantas de sus pies abracé mi duro pene,  ella movía sus tobillos intentando masturbarme, yo no daba más de excitación y me esforzaba por controlarme y no penetrarla inmediatamente, luego ella abrió sus piernas, mostrándome el camino al placer, entonces me recosté dejando mi cara a centímetros de su sexo, ella sentía mi respiración profunda y su piel se espinaba de ganas, entonces, sin hablar, la giré con las manos, quedando frente a ella mi lengua curiosa que se hundió en su sabor a mujer y ella con ambas manos tomaba mi cabeza y me presionaba contra ella, casi sin dejarme respirar, así estuvimos interminables minutos hasta que ambos decidimos cerrar esa tarde con un una penetración intensa y animal, donde yo me entregaba a ella dejándola  manipularme a su antojo.
 
Luego,  mientras descansabamos, le comenté: “estoy en deuda con Andrea por presentarnos, estay muy rica”… ella se rio y me dijo: “cuando Andrea me propuso tirarme a un amigo de ella, me dio curiosidad, pero no pensé que sería tan entretenido”, entonces le dije una frase que a las minas les mata cualquier proyección emocional que pudiera llegar a intuir con uno.

¿Preséntame una amiga? …  pero que tenga la película clara, sólo para tirar,
Ella responde con tono de no saber si es broma o en serio la propuesta: “estay loco, yo no soy Cupido de nadie y además mis amigas se mueren si saben que salí con un desconocido”.

Entonces le ofrezco el veneno que la tienta a transformarse en una perversa: “Preséntame una amiga y yo te consigo un amigo, en la misma onda, buena pinta, profesional y pa´ puro tirar”.

Ella no puede aguantarse la curiosidad y me pregunta: “¿en serio?”… calla unos segundos y ya entrando en el juego, desnuda sobre la cama me interroga:  yyyyy ¿Cómo es tu amigo?
#ElPaisano
 
 
 
 

 

miércoles, 13 de julio de 2011

El Swinger






Por amigo Perverso #ElPaisano

Había sido una noche Intensa, ya eran las 4 AM y el club swinger estaba cerrando, tenía que ir a dejar a Claudia a la casa de su mejor amiga que usaba de “chapa” cuando salíamos juntos, yo, por mi parte, me iría a un hotel  a dormir para llegar al otro día a mi casa desde el “viaje de negocios”. Ambos éramos casados pero nos encontrábamos una noche al mes para disfrutar del placer salvaje de la casería swinger, con Claudia éramos buenos amigos además de tener negocios comunes y teníamos nuestras propias reglas y códigos. El único objetivo era disfrutar al máximo y nunca perdernos de vista para saber que el otro estaba bien; llegábamos al bar y ella me decía qué hombres le interesaban, yo también seleccionaba las mujeres que me gustaban aunque normalmente ella era mas selectiva que yo.

Luego de que fijábamos nuestras parejas objetivo, nos poníamos cerca de ellos y teníamos una performance de sexo que excitaba a cualquiera que estuviera ahí, el secreto para estimularlos era mirarlos fijamente a la cara mientras lo hacíamos, ella miraba al hombre con la vista clavada en sus ojos, con el ceño fruncido, casi como si estuviera enojada, mientras yo la penetraba con fuerza, su cuerpo mojado de transpiración se veía brillar con las bajas luces  del lugar, ella sentada de frente a mí, abrazándome con sus piernas,  se encorvaba hacia atrás luciendo sus lindas tetas, si bien a ambos nos encantaba hablar sucio mientras teníamos sexo, cuando queríamos estimular a otra pareja lo hacíamos en el más absoluto silencio, sólo se nos escapaban algunos gemidos y respiración. Por mi parte yo miraba de reojo a la mujer que me interesaba, normalmente a las chicas les gusta mirar a otras parejas teniendo sexo, pero si las miraba a la cara se avergonzaban, así que comenzaba con unos coqueteos casuales, que me excitaban aún más al ver que la mujer se interesaba en mi. Claudia disfrutaba profundamente mi excitación, la que se transformaba en penetraciones cada vez más profundas, firmes y continuas, cuando la tensión era máxima todo se gatillaba por un roce de manos con la otra chica o por la simple pregunta: ¿quieren jugar?.


Luego de esa noche exitosa, habíamos cazado una pareja realmente atractiva que nos dejo muy satisfechos a ambos y nos habíamos despedido hasta el próximo mes con un último rico polvo, relajado, cortito, pero rico. Claudia fue a buscar su abrigo y yo la esperé cerca de la puerta del lugar. Mientras salíamos, tomados de la mano, nos encontramos con otra pareja en la puerta del lugar, iban tan contentos como nosotros, ella morena, alta, con un vestido celeste largo muy ajustado y un escote generoso y el pelo algo mojado después de tanto ejercicio sexual; él era alto, un poco mayor que ella, de buen físico por lo que supe de inmediato que a Claudia le gustaría. Mientras salíamos por la estrecha puerta del lugar, los cuatro nos rozamos, dando inicio a algunas bromas, caminamos juntos hasta la esquina, no más de media cuadra, y nos despedimos, nosotros estábamos estacionados en otra dirección.


Al subirnos al auto avanzamos dos cuadras y en una esquina el vehículo que venía detrás mío me hace cambio de luces, pensando que tenía algún problema en el auto los dejo adelantarme y en la esquina me doy cuenta de que era la pareja de la salida, nos saludamos nuevamente, sin bajar los vidrios  y ellos parten delante de nosotros, entonces le proponga a Claudia, ¿Quieres seguir jugando?”, y ella me responde: eres demasiado caliente…  OK, dale...y se ríe de manera cómplice. Entonces le toco la bocina al vehículo que venía delante nuestro, señal a la que obedecieron estacionándose. Claudia no se bajó del auto. Me bajo y camino a su ventanilla y desde adentro él me dice: ¿porque no van  a nuestro departamento y hacemos algo?… le digo que es muy tarde y le propongo algo: te cambio de auto por media hora… él me dice perfectose baja y me da sus llaves, yo le paso las mías…


#ElPaisano

miércoles, 6 de julio de 2011

¿Y qué hacemos con la Arpía...?

                  por @sita_mini

De acuerdo a la mitología griega una Harpías o Arpías (en griego antiguo Άρπυια Harpyia, significa: ‘que vuela y saquea’) eran hermosas mujeres aladas, conocidas principalmente por robar constantemente la comida. Se les atribuyó que raptaban a las personas, siendo despiadadas y crueles, sin medir las consecuencias. En nuestra sociedad actual la arpía sigue siendo una mujer mala, que hace cosas malas.


He aquí mi duda ¿la arpía que solemos conocer es aquella que roba el hombre, marido, pareja, +1 a otra? En este asunto de robar a otro el +1 siempre, pero siempre es la mujer la que queda de mala, da lo mismo lo que hizo el tipo, da lo mismo si el fue él que "anduvo haciéndose" el lindo por meses, siempre será ella la mala mujer, puta y ladrona.

Ahora por experiencia personal me ha tocado en varias oportunidades que un tipo casado o comprometido se "hace el lindo" con una soltera, independiente y  treintañera como yo, lo peor es que ante la negativa de uno (mi regla es no salir con casados y ahora pensar 3 veces con separados, lo que me limita bastante el campo) más insisten, más se obsesionan y como el hombre por regla general es competitivo, uno ya pasa a ser la copa de la victoria por el simple hecho de que ellos se quieren sentir vigentes, les gusta esto de saber que aún pueden volver a las pistas y vanagloriarse con una nueva conquista, pero al final llegamos al mismo punto señoritas... es simplemente EGO!

Para mí la arpía, más que una malévola mujer nazi roba hombres, es una astuta mujer que supo "cómo hacerla" para quedarse con el macho que quería, yo no avalo que se meta en medio, pero si la chiquilla en cuestión se enamoro, será no más... como bien dice el dicho "en la guerra y en el amor, todo es válido" y para mi ella es la "winner" porque no lo hace por EGO, lo hace por amor. Además, para que estamos con cosas, un hombre que engaña lo hace por dos motivos 1) porque simplemente es un csm 2) porque como el tango se baila de dos la sra. en cuestión también se puso una bruja despiadada, que dejó de ser agradable, de amar y cuidar al hombrecillo en cuestión.

Así que si no quiere toparse con la arpía, cuide a su hombre y si él simplemente le pone los cuernos y en reiteradas oportunidades NO es porque el pobrecito se siente triste y desilusionado de su relación, es porque es un egocéntrico de mierda que quiere sentirse machito otra vez y anda y andará siempre en "estado de caZa" cual León de África que "se las tira" todo el día y tiene a su harem de leonas que le guardan la comida, cuida a los pequeños leoncitos y en potencias caZadores ególatras y le espanta las moscas con la cola.

Si va a ser Leona, sea una de verdad... con garra y con más fuerza y más actitud que el competitivo caZador.

por @sita_mini
Amiga de #LasPerversas

miércoles, 15 de junio de 2011

La Morena y la Casualidad









La Morena y la Casualidad







(por amigo perverso: @elOliverTorres)

Soñé hace en días con una pasión fugaz. Un típico sueño húmedo nocturno, una tormenta avasalladora que logró cautivar mi alma, esa que fuera capaz de desviar mi rumbo hacia lugares que sólo existían en mi mente. Soñé con un prototipo de mujer utopía, labios gruesos y rojos, pelo azabache, piel sutil al tacto. Jugué a quererla, a amarla, a ser sublime a sus movimientos y tener un desenfrenado sexo cautivado por sus uñas cruzándose con mi espalda.

No paso mucho para que ese sueño pasara en frente mío. Caminé disimulando mi mirada, coqueteé al primer instante, lo sentí, pensé en que era mi oportunidad, que no la debía desaprovechar. La seguí por dos cuadras hasta que se volteó, me miró y me guiñó el ojo. Caí rendido, lo asumo, fueron mis mejores sueños hechos realidad, como si Dios entendiera mis pensamientos a la perfección, como que el destino la pusiera ahí, en ese momento preciso, a la hora indicada.

Le pedí gentilmente su nombre  (algo de caballero me queda), su número y hasta si tenía @. Accedió de inmediato, entendí que lo nuestro fue mutuo, casi como de telenovela mexicana, pero era cierto, sin cámaras ni guión.

La llamé a los días, la verdad creo que no me recordaba por su tono de voz. Al poco andar supo quién era. Esta química era cierta, coqueteamos no sé cuantas horas al teléfono, acordamos vernos al día siguiente, mi predisposición era sólo saber si ese sueño se haría realidad, o seria una simple jugarreta del destino.

A la hora acordada estuve ahí. Ella salió despampanante, su porte era especial, calzaba su boca con la mía sin esfuerzo, sus piernas largas con esos jeans ajustados causaban estragos en mi estómago (me sentía como pendejo de 15 ensimismado con su primer amor). Se subió a mi auto, sus miradas insinuaban hacia donde nos dirigiríamos. Fueron cuadras que conduje hasta que encontré nuestro nicho experimental, apagué mi celular, nadie podía interferir este momento, sólo esa morena azabache olor a poesía y yo.

Entramos y se posó sobre la cama, siéndoles francos, muy pocas veces me sentí tan tentado por el destino. Puse algo de música para acompañarnos (Kenny G con Michael Bolton creo que era). Estaba todo listo, me llamó sensualmente con sus dedos. Se sentó en la cama y me apretó sobre ella, posó su boca sobre mi ombligo, y sus manos comenzaron a tocarme suavemente. Uno por uno, los botones de mi camisa comenzaron a marcharse.

Estaba totalmente entregado, total y completamente excitado. Su manera única de tocar mi pecho, pasar sus dedos por mis tetillas causaban trastornos, mientras su lengua husmeaba por mi ombligo y se deslizaba coqueta hacia abajo. Era un estropajo, no sabía qué hacer, bloqueado totalmente traté de unirme al monopolio que existía en ese lugar.

La levanté por los brazos y comencé a besarla, locamente, sentí como su aliento se agitaba en contacto de mi lengua. Comencé a tocarla por su espalda, baje hasta su trasero, ahí me quede firme y con algo ya de lucidez carnal. Ella, mientras tanto, usaba sus uñas para hacer un retrato a lo Picasso en mi espalda, no cabía mas calor ahí. Le saqué su polera negra, dejando al descubierto su torso pleno, pude sentir como esos pechos se endurecían, me volqué a ellos, los besé, puse en práctica todo lo que la vida me había enseñado, los mordí suavemente para sentir como se agitaba su respiración más y más.

A los pocos minutos estábamos completamente desnudos. No la quería tomar en esa cama, la levanté y la puse sobre ese gran espejo que cubría la pared. Comencé a besar su espalda, mis manos tocaban su delicada vagina, sus pechos se aprisionaban contra el espejo y disfrutábamos locamente el momento. Estuvimos horas haciéndonos el amor, sin ningún compromiso, sin siquiera saber de nuestras vidas, ese sexo ocasional que sólo se da una vez en la vida.

Logré construir mi sueño en esa ocasión, escena por escena, logré comprender que ciertas cosas se vuelven realidad. Mis dedos rebosaban de olor carnal. Terminamos los dos en la ducha, nos vestimos exhaustos pero aún con el sabor por aquel momento. Cuando salimos de ese lugar, la dejé donde la recogí, me paré una cuadra mas allá a reflexionar sobre aquel momento. Me reí solo, traté de inspirarme a escribir algo, traté de pensar en esa morena. Llegué raudo a casa y delineé esto: una historia provocada por un sueño nocturno, destino bendito de un encuentro casual.

@elOliverTorres









miércoles, 8 de junio de 2011

Las prefiero Perversas




(por amigo perverso: @vacuna709 )


La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una erótica verbal
Octavio Paz
La llama doble





Las prefiero Perversas porque saben más del amor y del placer que cualquiera otra, lo han pensado, sentido, vivido, reflexionado y miles de veces tropezado, tropezado tropezado, tropezado…


                                     Tropezado, mas no con tontera, no con ingenuidad, porque en la idiotez no hay valor alguno.
                                                        En la mala fe de Sartre solo brotan los letargos de los sonámbulos.


Lo han tropezado con valentía y tozudez, como las grandes causas, como las que valen la pena y las entrañas. Lo han tropezado con la mirada al cielo y el rostro mojado, a compases regulares y gemidos desgarradores. Como todo parto, en que se nace y se muere.


Las prefiero perversas por el homosexual que tenemos en el espejo, en nuestro pene erecto que tocamos como arma, en ese puñal de carne que nos estrangula, en esa ilusión fatal de lo masculino.

                                               Son ese otro hombre que buscamos y renegamos, son ese macho cabriao que sólo puede vestirse de mujer. Son el destete violento que nos aterra y nos encanta. Que nos enorgullece y nos destruye.


La perversa es mucho mas que el castrato con miembro. Mirada de Hombre que caza para hombres. De unívocos sementales fecundadores de estatuas, como si se pudiera. Como si  árbol y semilla fueran distinta cosa, y los heridos tiñen con sangre sólo sus ropas y sus sexos.


Las prefiero Perversas porque ellas los prefieren Malditos,
pero del Maldito Amarditao*, como digiriera el difunto,
tal vez como yo,          o como otro,  
el peor de todos, maldito muerto naciente, custodio de los males del mundo.


Consumen Malditos, pechos de Rokha, como consumen el humo del cigarrillo, profundo y tibio, como el Ron in the Rock, quemante y húmedo, antes o después.


                                                Abstemias de los heraldos del evangelio, guerreros disfrazados de moral y de dios, que camuflados en sotanas de vida, solo reparten muerte, pobreza, abusos  y violaciones,
                                           todas caras de la misma muerte.
Muerte de cuerpo, muerte de alma, Muerte de saber y de placer, muerte de sexo.
La perversa, guardiana de la vida, es el refugio de las rebeldes.


En diversos lugares Mundo una mujer cuida de uno de los corceles que tiran al destino. Una Rubia peina del blanco, una Negra combate al negro, una pelirroja acaricia sutilmente al Rojo, y otra arregla la montura en aquel caballo Bayo que siempre espera, mientras toma el café antes de la oficina.

                                           Mientras, Una Perversa multicolor duerme con cada jinete insaciable, esperando para sacarle los ojos y quitarle las muletas.
                                                          Caminar desnuda, sin miedo, por un parque con arboles de otoño, y devolverle la justicia al mundo. 


Ellas, las perversas, creen en los únicos cuatro dioses que existen: El Amor, La Muerte, El sexo y el otro que solo cada una de ellas conoce. Y que comparten solo cuando caen, se les abre el cuerpo,
                               sonríe la vida ,
                               por un momento, que puede durar dos siglos y ni un segundo más.



Las prefiero perversas porque se tocan, y nos tocan. Porque su vientre no solo trae hijos al mundo. Porque sus piernas, espejos de su corazón, se disponen a danzar como las olas con la puesta de sol,
                                                                en un sexo acústico de rumores y recuerdos.


Ya quisiera yo ser, también un perversa, así con “a”, como una Luno, o un Sola, cálida de verano y no de soledad. Ya quisiera tener el poder y las tripas, para dejar lo pasado  atrás. Y pisarlo, cogerlo y tirármelo.

                             
                                                  Ya quisiera yo, ser Bisexual, trisexual y multisexual, al cubo pero no al cuadrado, como para completarme. Disfrutar de sudores y de Pudores, por las dos cabezas, y a pecho descubierto, con una Perversa de aquellas,
                                                                                        que quitan el sueño y las ganas.


Con una perversa, Pre Versa y Sub Versa.


Como las que prefiero.





*pero no el maldito verlainiano sino el «amarditao» el endemoniado por el propio alcohol estallante en su laberinto”, como dijiera el difunto  (Gonzalo Rojas.)


@vacuna709